Ingredientes:
- 1 remolacha
- 1 yogur de leche de cabra (el vasito se tomará como medida para otros ingredientes)
- El zumo de 1 limón
- 1/2 medida de aceite
- 2 medidas de harina de espelta
- 1 medida y pico de azúcar
- 1 cucharada de bicarbonato sódico
- 1 pizca de vainilla
Elaboración
Se asa la remolacha en el microondas a máxima potencia unos 10 minutos o hasta que tenga la consistencia de una patata asada.
Se pela y se echa en el vaso de la batidora junto con el yogur, el zumo de limón, el azúcar y la vainilla para hacer un puré muy fino.
En un cuenco se tamiza la harina (la espelta suele venderse integral y las cascarillas no se llevan bien con las masas de bizcocho) junto con el bicarbonato.
Se echa el puré sobre la harina y se mezcla hasta tener una masa homogénea, después se añade el aceite para hacerla más pegajosa.
Mientras tanto se precalienta el horno a 180ºC
Se echa la masa en un molde engrasado o cubierto de papel de hornear. Se hornea a 180ºC durante unos 30-35 minutos.
La remolacha le da a la masa cruda un color fucsia encendido increible. Es una lástima que lo pierda al cocinarse y el resultado quede de un dorado algo rojizo, como se ve en la foto.
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